«Cardenal es del género bobo arriesgando 500 millones por querer tumbar los Juegos del Mediterráneo»
Josep Felix Ballesteros es el alcalde de Tarragona desde 2007 y no da crédito a lo que ha tenido que vivir en los últimos meses. Los Juegos del Mediterráneo, si hubiese dependido únicamente del ex secretario de Estado para el Deporte Miguel Cardenal, se hubieran cancelado después de que la ciudad fuera designada en 2011 por el Comité Olímpico Internacional.
Ballesteros se intenta explicar cómo Cardenal se opuso a que un evento que generaría 500 millones de euros de impacto económico en Tarragona, pero no encuentra una explicación lógica. El alcalde del municipio catalán respira tranquilo tras el cese del ex máximo dirigente del deporte español y viendo que el nuevo –José Ramón Lete– viene con un talante distinto y en predisposición de sacar adelante el proyecto, aunque sea un año más tarde de la fecha prevista inicialmente.
Desde el ministerio están dispuesto a darle la vuelta a la tortilla y con ese ejemplo bajo el brazo mostrar al resto del mundo que España y Cataluña pueden trabajar en una misma dirección. Ballesteros entraña a la figura más adecuada por representar un hombre de consenso y equilibrio. No en vano gobierna su ciudad aunando un pacto ejemplar en el PSC y PP. Igual en el Congreso se interesan por conocer las claves de su éxito.
Pregunta.- ¿Qué ha pasado para que Tarragona tenga que esperar un año más para organizar los Juegos del Mediterráneo?
Respuesta.- Lo último que ha ocurrido, que es lo que mejor se puede explicar, es que hemos tenido un Gobierno de España en funciones durante casi 11 meses y no ha podido tomar decisiones extraordinarias. Eso es lo que ha servido al Comité Olímpico Internacional para darnos una prórroga después de haber demostrado como Comité Organizador junto al Comité Olímpico Español que habíamos hecho las cosas bien en lo que dependía de nosotros. Necesitamos esa colaboración del Gobierno de España porque si no el presupuesto operativo no cuadra. Nos faltan tres millones para una parte de la piscina olímpica. Eso es lo que ha pasado en la etapa final y lo que mejor se puede explicar.
De lo que ha pasado anteriormente no se puede decir que hayamos tenido un buen feeling ni una buena colaboración y nunca se creyó el proyecto que teníamos el anterior secretario de Estado, Miguel Cardenal. Y esto lo tengo que decir así. Nos han dicho desde el ministerio, afortunadamente, que ya olvidemos esa etapa, puesto que el secretario de Estado nuevo tiene otra filosofía y otra posicionamiento a favor de los Juegos. Sin embargo, yo no puedo dejar de decir que todo esto es consecuencia de una muy mala gestión y de una nula implicación del ex secretario de Estado Cardenal porque son unos Juegos importantes para Tarragona, para Cataluña y para España. Es un puente de diálogo entre Cataluña y España y es una prueba más de que somos fiables haciendo eventos internacionales deportivos. No podemos entender que el proyecto de Tarragona no saliese adelante, porque no es un proyecto nuestro, de un alcalde o del presidente del COE, es un proyecto de España.
P.- ¿Qué efectos puede tener esta cancelación?
R.- Tiene un efecto positivo, que lo vamos a hacer con una mejor temporalidad, con tiempo suficiente para hacer unos buenos Juegos y así lo valoró positivamente el COI. Pero también tiene unos efectos negativos porque habrán algunos sobrecostes como alargar por un año la plantilla nos saldrá por 1.080.000 euros, posponer un año la reserva de todos los hoteles –hablamos para habitaciones para 5.000 personas en un periodo de 10 días– también tendrá un sobrecoste sin especificar aún y seguramente cambiar algunos logos y el marketing va a tener algún sobrecoste. Tenemos que demostrar como candidatura que esta prórroga no ha sido concedida por incapaz, sino para hacerlo en mejores condiciones derivadas de una situación de Gobierno en funciones. Yo estoy convencido y así me lo dijeron que vamos a hacer unos grandes Juegos, pero para eso todos tenemos que jugar con las mismas cartas y con las cartas boca arriba.
P.- ¿Por qué el antiguo secretario de Estado, Miguel Cardenal, puso tantas trabas para la celebración de los Juegos en Tarragona?
R.- Es que no lo sé explicar. Cuando intento racionalizar el por qué, no encuentro razones. Yo recuerdo que la primera intervención que hizo en sede parlamentaria y a una pregunta de un senador dijo que los Juegos del Mediterráneo no eran prioritarios. Es más dijo que se podían dejar de hacer en vistas a que la situación económica no era la más idónea. Claro, después de oír eso interpretas que empieza mal. Yo quise darle palo en ese momento, al igual que el alcalde de Ponferrada con el Mundial de Ciclismo o el de Granada con la Universiada porque nos dejaba a todos colgados. Desde el COE me dijeron que estuviera tranquilo, que estaba llegando de nuevas y que había que darle tiempo…
En el CSD ha sido la único vez que me he levantado de una mesa y me he llevado a mi equipo porque me he sentido humillado.
Nos comportamos con mucha deferencia, pero finalmente el tiempo no nos ha dado la razón y hemos visto que por la razón que sea, no sé si hay animadversión personal o qué, pero no lo puedo entender. Nosotros hablamos con la vicepresidenta del Gobierno, con los máximos responsables de Moncloa, hablamos con el ministro actual cuando estaba en funciones… Todo el mundo coincidía en que éste era un proyecto magnífico en el que además se acompañaba fantásticamente bien la Generalitat de Cataluña, pese a que saben que hay selecciones españolas y que está la bandera española pues nunca han puesto una objeción, al igual que dos diputaciones implicadas… El único que no ha creído en el proyecto, que ha puesto trabas y que no ha apostado por él es el señor Cardenal, que era el máximo responsable del deporte. En el CSD ha sido la única vez que me he levantado de una mesa y me he llevado a mi equipo porque me he sentido humillado.
P.- ¿Qué se decía en esas reuniones?
R.- Primero no venía quien tenía que venir, nos mandaban terceros o cuartos de la fila y yo no soy el presidente del Gobierno, pero soy el alcalde de Tarragona y tengo mi dignidad. No puedo permitir que me traten como el presidente de un equipo de fútbol de Quinta Regional, con todo el respeto. Yo creo que desde el primer momento no ha habido buen feeling, sencillamente no tengo explicación racional para explicar dicho comportamiento. No me dejó reunirme con el ministro Wert ni nadie vino del CSD cuando el Rey hizo la primera visita a Tarragona y la Casa Real se ha implicado al 200% en el proyecto entendiendo la importancia desde el primer momento. El único que no se enteró fue él y estoy siendo suave.
P.- ¿Qué le parece que dijo de usted en el diario El País?
R.- Creo que lo que hizo es de cobardes. Yo lo que le he dicho siempre se lo he dicho a la cara. Es más me tuve que ir a una final de karate juvenil hasta Guadalajara para encontrarme con él para designar la fórmula de organización de los Juegos. Que después de perder su puesto haya reaccionado así, pues le retrata bastante bien. Yo soy una persona de orden, de paz y de buscar soluciones.
P.- ¿Va a cambiar todo con José Ramón Lete al frente del CSD?
R.- Tengo muy buenas referencias de él a través del COE y de otras personas, y me consta que el ministro Méndez de Vigo está empeñado en darle la vuelta a la tortilla y eso me place mucho porque la situación era anormal.
El deporte une más que cualquier otra cosa. Es un puente que no se puede dinamitar.
P.- Esa situación de entendimiento entre España y Cataluña puede servir de ejemplo para la situación política.
R.- Es una cosa que han entendido todos. El deporte une más que cualquier otra cosa. El presidente de la Generalitat anterior y el actual lo han entendido a la perfección. Hemos visto que era una gran oportunidad de diálogo y se ha hablado con total normalidad de cosas que afectan a los ciudadanos. No se han hablado de nombres ni afrentas históricas, se ha cooperado para salir adelante. El deporte es un puente que no se puede dinamitar.
P.- Si hubiese referéndum para la independencia de Cataluña antes del próximo mes de junio de 2018, ¿estarían en peligro estos Juegos?
R.- No, de ninguna manera. Este escenario, cualquier persona con cordura, no lo tiene como una opción real. Ojo, que yo no estoy ridiculizando a nadie, pero no lo tengo en cuanta ni creo que se pueda producir. De hecho estamos trabajando con un escenario de relación normal. De hecho, un matemático independentista dijo que en 2029 como pronto podría lograrse la independencia.
P.- ¿Qué beneficio traerán estos Juegos para Tarragona?
R.- Este evento nos da la oportunidad de ser excelentes en cuanto marca. Nosotros invertimos 12 millones de euros y a cambio obtenemos 80 de inversión en diferentes equipamiento teniendo el 70% de las infraestructuras construidas. Luego el retorno de esta inversión es de cerca de 500 millones de euros entre impactos publicitarios, marketing, retorno en forma de puestos de trabajo y notoriedad.
P.- ¿Asusta pensar que todos estos beneficios han peligrado por una única persona (Miguel Cardenal)?
R.- Efectivamente asusta y corroe hasta las entrañas porque realmente es tan injusto y tan del género bobo plantearse una cosa así. Lo más eufemístico es que asusta.